Uñas rojo putón
- juanjovergara
- 9 mar 2014
- 1 Min. de lectura

Con la diana del 8 de marzo, tenía comprometido con el equipo pedagógico del Centro de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid Dos de Mayo (CA2M), una actividad titulada “Taller de pintarse las uñas”.
El CA2M –en lo que se refiere a su actividad educativa- me resulta de las propuestas más frescas de la actualidad madrileña en el mundo museístico. Quizá por su apuesta decidida por el compromiso con formatos poco habituales. Un ejemplo de estos formatos atrevidos es “Las Lindes” que ya cité en algún post anterior e BlogCanalEducación y que coordinan Marta de Gonzalo y Publio Pérez.
Hace algunos años embarco a mis alumnos en sus propuestas marcianas sobre arte de acción. Lo que lleva a que el equipo coordinado por Pablo Martínez invadan mi aula algunas sesiones y otras se dejen invadir, en el propio museo, por nosotros mismos.
En esta ocasión el taller se titulaba “Pintarse la uñas” y se cerraba el mismo día 8 de marzo en que medio mundo recuerda que el género es diana curricular.
Así que días antes del 8 de marzo, Victoria Gil-Delgado y Carlos Granados aparecen en mi centro con tacones y sudadera –talcones Carlos y sudadera Victoria- y nos proponen disfrutar de la experiencia de pintarnos las uñas. Sacan un montón de frascos de pintauñas y las reparten en equipos.
Dos frases se escucharon entre risas que quiero compartir:
¡Juanjo tu también eh!
¡Hala si es rojo-putón!
Dos estupendas frases sobre las que iniciar la deconstrucción de la imagen del docente, el rol de género y el poder. Y también sobre la semiótica del color y el currículo oculto.
Commentaires