juanjovergara
Un aula, un proyecto. El ABP y la nueva educación a partir de 2020

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es un marco metodológico que poco a poco va demostrando que puede dibujar una forma de crear experiencias de aprendizaje ricas en cooperación, adquisición de competencias valiosas para los aprendices del siglo XXI y de apertura a la comunidad que alberga las escuelas. Algo necesario si queremos romper definitivamente los muros de las escuelas que separan el aprendizaje de lo que sucede fuera de ellas.
Las escuelas hablan de valores éticos y comprometidos con la construcción de personas que habitan respetuosas el planeta. Defiende los cuidados como el nuevo paradigma de desarrollo y la solidaridad como herramienta que sirva para construir un mundo humano. Sin embargo, tras lo muros de las escuelas la competitividad, el consumo desenfrenado, la individualidad excluyente y el “sálvese quien pueda” son la norma dominante. Es una buena noticia que el ABP sirva para conectar lo que sucede fuera y dentro de las escuelas y recordar que lo que soñamos para nuestros escolares debe ser el plano que construya un concepto de desarrollo humano, social y comprometido.
Y es que los proyectos que diseñamos en la escuela deben comprometerla con una idea solidaria y humana del mundo y las personas que lo habitan.
Un proyecto debe servir para flexibilizar los espacios educativos e interrelacionar el tiempo que el alumnado está en la escuela con el que vive en sus casas y sus barrios o pueblos. Debe servir para demostrar que el aprendizaje se produce mejor colectivamente y las herramientas cooperativas son elementos indispensables. También que cada alumno aprende estratégicamente de forma distinta y es en la relación como se nutren las experiencias de aprendizaje que diseñamos para ellos y ellas. También que la acción forma parte del acto de aprender (learning by doing), que aprender debe ser algo que genera esfuerzo, pero también placer (gamificación). La importancia de las emociones -entre otras- en el aprendizaje (neuroeducación). La evaluación es un ejercicio de reflexión sobre lo aprendido y no un acto de etiquetado (evaluación auténtica), etc.
Todas ellas son tenidas en cuenta en un buen diseño de ABP, pero hay una que singulariza especialmente el enfoque de proyectos y es su capacidad para hacer que el currículo escolar hable del alumno y no al revés.
La enseñanza tradicional describe un aburrido modelo en el que son los alumnos los que hablan de los contenidos. Ellos memorizan -o incorporan rutinas- que nada dicen de sus vidas y luego los reproducen en un examen con la esperanza de ser etiquetados con un aprobado (al menos). El juego del ABP consiste en dar la vuelta a este concepto e invitar a los docentes a que se interroguen ¿dónde puede ver, tocar, oler, usar… mi alumno; los contenidos que quiero trabajar en este momento? De esta manera el currículo habla del alumno -y no al revés-. Es por esta razón por la que el alumno se suma entusiasmado a un proyecto. Cuando no lo hace es que el contenido que hemos planteado no está presente con sus vidas. En este caso debemos volver a la pregunta anterior y conectar con las vidas reales, mediáticas, imaginarias y/o virtuales de nuestros alumnos y alumnas.
Para que eso suceda el ABP no puede ser visto -únicamente- como un conjunto estático de pasos a seguir. Las recetas son necesarias, pero no suficientes para asegurar el diseño de un proyecto. Lo relevante es que la lógica estructural del mismo reúna unos requisitos determinados que conviertan al aprendiz en el protagonista de una aventura; la aventura de aprender.
En "Un aula un proyecto" describo los momentos que dibujan un proyecto y las herramientas para hacerlo. Pero lo más importante de este texto es el ánimo que me llevó a escribirlo: defender decididamente que solo aquellos proyectos que nos comprometen tienen sentido en un mundo como el que habitamos.
“Si no me compromete no es un proyecto”. En este tiempo en el que la moda es el ABP debemos insistir en que solo nos interesan aquellos proyectos que se comprometan con una idea de educación y de desarrollo centrado en las personas.
El aprendizaje busca cumplir nuestros sueños. Ideas decididas que se comprometen con una determinada forma de entender la educación y que describo sin tapujos en este texto.